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Cariño, Sabino conquistó el Pepsi Center

  • Foto del escritor: Omar Castillo
    Omar Castillo
  • 17 feb 2020
  • 2 Min. de lectura

En punto de las 20:14 hrs, las luces se apagaron y la fanaticada gritó como nunca. Entre ovaciones no dejaron de corear a todo pulmón “Sabino, Sabino, Sabino…”. Los cánticos se enardecieron cuando comenzó a sonar “La Magia“. El creador del Sab-Hop posó sobre el templete y recitó la melodía con su voz grave que cautivó a seis mil personas.


Continuó con una de sus canciones más conocidas, “Te ves bien“. Acompañado de unos efectos visuales en las pantallas del escenario, la balada enganchó a los presentes, los cuales estaban su pareja o alguna figura especial para disfrutar el show.

Foto: Liliana Estrada

En un momento, las luces del recinto se encendieron y dejaron ver al divo de la Perla de Occidente, el cual agradeció la presencia de los fans. Mencionó que llegar al Pepsi Center y agotarlo era un sueño casi imposible. “Cariño, bienvenida(o), veo muchos morritos y eso me da mucho gusto, esto es lo que yo quería cuando empecé esto”, agregó el cantante.


Posteriormente llegó el momento emotivo de la presentación con canciones como “Única testigo”, “romA” y “No te quiero perder“; en ellas, los espectadores demostraron amor al ritmo de las tonadas y, algunos otros en el auditorio, agacharon la mirada en señal de melancolía, pero algo era cierto, el sentimentalismo se sintió en el aire esa noche.

Foto: Liliana Estrada

Varios artistas subieron con Sabino al escenario como Lili Molina en “Los enamorados“, Los Rivera Destino en “La vida es una movie”, Vanessa Zamora en “No jaló”, Lng/Sht en “Los raros de la clase”, Fer Casillas en “Nuevequince” y, finalmente, Charles Ans en “Hasta que la muerte nos separe”.


De la mano con el amor, también resplandecieron los tambores con “Ying Yang“, momento intrigante en el que se escuchó el reggaetón que el solista compuso. Ésta tuvo una recepción bastante buena por parte de los concurrentes.

Foto: Liliana Estrada

Entre todas las emociones, el concierto entró al principio del fin. Cuando comenzó a sonar el bajo de “Me puse pedo”, la multitud demostró su emoción con un coro de alegría, con la mano en alto hizo notar que Sabino estaba en casa. El Pepsi Center WTC sintió el poder del Sab-Hop.


El público esperó la señal para perder el control. “Pura borrachera dura, pura borrachera…”, fueron las últimas palabras antes de ver pañuelos volar con gotas de cerveza y una sala en completa locura. Así, terminó algo que no se puede definir con facilidad, un show que pone a pensar “Cariño, ¿qué sigue para el cantautor tapatío?”


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