Ford v Ferrari: La pasión de hacer lo que amas

Muchas son las compañías que han tenido problemas con la marca de autos de lujo italiana, Lamborghini es una ellas, ¿sabías que Ferruccio Lamborghini creo su marca debido a que los autos del "caballito" le fallaban constantemente?, de eso hablaremos en otra ocasión.

Después de que Enzo Ferrari insultara a Henry Ford II, este decide aprobar la creación de un auto lo suficientemente capaz de vencer a la tecnología italiana de la época, así es como nace el Ford GT40. Una maquina que logró alcanzar los 201 kilómetros por hora y destronó a la escudería ganadora de cuatro carreras de Le Mans hasta esa fecha.

Aquí conocemos la increíble historia de Ken Miles, un ex sargento que desde muy chico presentó interés por el mundo del automovilismo, después de regresar de la guerra y del nacimiento de su hijo, Miles comienza a conducir autos de Bugatti, Alfa Romeo y Alvis en el Vintage Sports Car Club.

Lamentablemente no todo fue miel sobre hojuelas, Miles tenía deudas con hacienda, lo que provocó que le quitaran su taller mecánico, esto hizo que tomara la decisión de retirarse de las carreras, cosa que lo desanimo mucho ya que realmente se le notaba el amor por conducir a altas velocidades.

No fue hasta que Carroll Shelby, ex piloto y diseñador de autos americanos, se puso al frente de la escudería de Ford y logró que el terco de Ken accediera a ser el piloto de la bestia que tenían entre manos. Tras conducirlo varias veces, el ex sargento quedó enamorado de lo que ese bebé podía hacer.

Su esposa, Mollie, lo descubre y comienzan a discutir, esto debido a que prometió dejar las carreras pero, al enterarse de la paga, deja que su marido cumpla sus sueños y desde aquí lo apoya incondicionalmente hasta el final. Una prueba de que, muchas veces, las personas abandonan sus sueños por falta de dinero para poder subsistir, algo que desmotiva a muchos teniendo que vivir una vida haciendo algo que odian.

Ese es el mensaje de la película, más de allá de la rivalidad de Ford y Ferrari, nos muestran la pasión y el amor que el dúo desbordaba por el mundo del automovilismo, esos sentimientos los llevaron a competir en las 24 horas de Le Mans, ganando muchos otros reconocimientos a lo largo de su trayectoria en el mundo de los autos.

Desafortunadamente, durante las pruebas del nuevo prototipo del Ford GT40, mientras Miles conducía el automóvil, este se quedó sin frenos y se estrelló, prendiendo al auto en llamas y muriendo al instante. Fue inducido al salón de la fama en el 2001 y partió haciendo lo que amaba: correr autos a altas velocidades.

Un filme que nos lleva de la mano por una de las amistades más grandes en el mundo de las carreras que, desafortunadamente, culminó con la perdida de una leyenda y con un Carroll completamente devastado por la partida del hombre que tuvo la vuelta más rápida de Francia: tres minutos con 30 segundos.